Todas los meses me planteaba abordar tareas que finalmente no emprendía, y la verdad que no entendía el motivo hasta leer un artículo en prensa sobre la técnica de dividir y trocear el trabajo que hay que hacer en lugar de hacerlo como si fuera una sola pieza. ¡¡¡¡Tal cual, sin más!!!!!.
Durante muchos años trabajé del modo contrario, haciendo las tareas difíciles “a lo bruto”, empezando sin más de principio a fin, tratándolas como un todo cuando, en realidad, esas tareas se componen de varias partes que podía descomponer.
Ya en el año 1983 Henry Ford dijo que «Nada es particularmente difícil si lo divides en pequeñas tareas».
Y es que todo proyecto gigantesco y ambicioso que quieras completar, es en realidad una secuencia de pasos pequeños, fáciles y realizables.
Esto que parece tan obvio, yo no supe verlo, ya que siempre me hacía las siguientes preguntas ¿Cómo empezar? ¿Qué hago primero? ¿Qué sigue después?.
Finalmente llegué a la conclusión que debía empezar visualizando el resultado final para irlo desmenuzando en bloques y pasos más pequeños para llegar a ese resultado.
El tener que dividir y trocear pudiera parecer que es añadir trabajo al trabajo. Pero cuando hay tareas grandes o proyectos de varios días o semanas, es algo absolutamente necesario. Porque en trabajos complejos más que lo haces lo que cuenta es cómo lo haces y cuánto tardas.
Una vez lo hagas, el mapa será más fácil de seguir: LOS PROYECTOS LARGOS SE VUELVEN MAS CORTOS, LOS GRANDES MÁS PEQUEÑOS, Y LO QUE PENSASTE QUE ERA DIFÍCIL SE VUELVE MÁS SENCILLO.
El equipo de Training for Business ❤️
