Las derramas de obras en una comunidad de vecinos son un tema recurrente y, a menudo, generan dudas y controversias entre los propietarios. Estas derramas se refieren a los gastos extraordinarios que una comunidad debe afrontar para realizar obras de mejora, mantenimiento o reparación en las zonas comunes del edificio.
En este artículo, analizamos cómo funcionan las derramas, cuáles son las obligaciones de los propietarios y qué se puede hacer si no estás de acuerdo con la cantidad a pagar o con la decisión de llevar a cabo las obras.
1. ¿Qué es una derrama en una Comunidad de Vecinos?
Una derrama es una aportación económica extraordinaria que los propietarios de una comunidad deben realizar para cubrir gastos no previstos en el presupuesto ordinario.
Estas contribuciones suelen estar relacionadas con obras de mantenimiento, mejoras estructurales o reparaciones urgentes en las zonas comunes del edificio, como el ascensor, la fachada o el tejado.
Ejemplos de derramas:
- Reparaciones de urgencia, como fugas de agua o problemas eléctricos.
- Mejoras en la eficiencia energética del edificio, como la instalación de aislamiento térmico o renovación de ventanas.
- Obras necesarias para cumplir con la normativa de accesibilidad, como la instalación de ascensores o rampas para personas con movilidad reducida.
2. ¿Cómo se aprueban las derramas?
Para que una derrama sea aprobada, es necesario que los propietarios se reúnan en una junta de vecinos.
En dicha reunión, se expone la necesidad de realizar las obras y se somete a votación la propuesta de financiación.
Mayorías necesarias:
- Obras de conservación o urgentes: No requieren aprobación por mayoría. La comunidad está obligada a realizar las obras para mantener la habitabilidad y seguridad del edificio, y el coste se reparte entre todos los propietarios.
- Obras de mejora o no urgentes: Para este tipo de obras, como renovaciones estéticas o mejoras en la eficiencia energética, se requiere la aprobación por mayoría simple de los propietarios que asistan a la junta.
3. ¿Cómo se calcula la cantidad a pagar?
El importe que debe pagar cada propietario se determina en función de su coeficiente de participación en la comunidad. Este coeficiente suele estar establecido en los estatutos de la comunidad y está relacionado con el tamaño y características de cada vivienda.
Ejemplo de reparto de la derrama:
Si el total de la derrama para una obra es de 20.000 euros y el coeficiente de tu propiedad es del 10%, deberás aportar 2.000 euros.
4. ¿Qué hacer si no estás de acuerdo con la derrama?
Es común que algunos propietarios no estén de acuerdo con la decisión de aprobar una derrama, ya sea porque no consideran las obras necesarias o porque el coste les parece desproporcionado. Si te encuentras en esta situación, tienes varias opciones:
- Impugnación de acuerdos: Los propietarios disconformes pueden impugnar el acuerdo ante un juez si consideran que se han vulnerado sus derechos o que la decisión es abusiva. Tienes tres meses desde la aprobación de la derrama para presentar la impugnación.
- Negociar un pago fraccionado: Si el coste es elevado, muchas comunidades permiten a los propietarios fraccionar el pago de la derrama en varias mensualidades, lo que puede hacer más llevadero el desembolso.
5. ¿Qué sucede si un propietario no paga la derrama?
Cuando un propietario no paga la derrama, la comunidad tiene derecho a reclamar el importe por vía judicial. El impago de las derramas puede acarrear intereses de demora y, en casos extremos, llevar al embargo de la propiedad.
Consecuencias del Impago:
- Intereses en la deuda: El propietario moroso deberá pagar la derrama, más los intereses generados por el retraso.
- Reclamación judicial: La comunidad puede iniciar un proceso judicial para reclamar la deuda. En este caso, los gastos del proceso también serán asumidos por el propietario moroso.
6. Beneficios de las Obras y Derramas
A pesar del coste que pueden representar, las obras financiadas por derramas suelen mejorar el valor de las propiedades en el edificio. Por ejemplo, la instalación de un ascensor o la mejora de la eficiencia energética pueden incrementar significativamente el precio de venta o alquiler de las viviendas.
Ventajas a Largo Plazo:
- Revalorización de la vivienda: Las obras de mejora, como la rehabilitación de la fachada o la instalación de nuevas infraestructuras, aumentan el atractivo del edificio.
- Ahorro energético: Inversiones en eficiencia energética pueden traducirse en una reducción de las facturas de servicios como electricidad y calefacción.
Conclusión
Las derramas de obras en una comunidad de vecinos son un mecanismo necesario para el mantenimiento y mejora del edificio, aunque pueden generar tensiones entre los propietarios. Es fundamental que todos los vecinos estén informados sobre el proceso de aprobación, el reparto de los costes y las implicaciones legales de no pagar. Además, es recomendable participar activamente en las juntas de vecinos para estar al tanto de las decisiones que afecten a la comunidad. Aunque el desembolso inicial puede ser considerable, a largo plazo estas obras suelen beneficiar tanto a la habitabilidad como al valor de las propiedades.