Te estoy escribiendo desde la más absoluta ignorancia, pero me va a servir como punto de partida para trabajar en ello (espero que a ti también te valga).
Posiblemente en unos meses podamos hablar sobre ello, o no, pero hoy solo te hago la pregunta.
*** Si tienes respuesta a lo que te voy a exponer, y te lo pido de verdad, ruego te pongas en contacto conmigo y montamos una acción formativa para el 2022 (podría ser muy valiosa para otros empresarios de nuestro nivel)
Entro en el tema de mi ignorancia.
Cuando me pongo en contacto con un posible cliente para ofrecerle mis servicios profesionales, esto es lo que escucho en el 90% (o más) de la veces:
No está y no sé cuándo vuelve.
No usamos sus servicios.
Está reunido. Llama + tarde.
Cuéntamelo a mí que yo le informo.
Escríbele un email, apunta, info@…
Me pillas ocupado ahora mismo.
Estoy reunido, te llamo cuando acabe.
Envíame un email con más información.
No soy la persona que va a tomar la decisión (y seguro que lo es).
Soy la persona con quién tienes que hablar, es decir, el que va a tomar la decisión (y no lo es)
Estoy de viaje, te aviso cuando vuelva a la oficina.
Estoy aparcando.
Tengo que juntarme con mi socio para hablarlo.
Estamos contentos con lo que tenemos.
Estamos muy ocupados y ahora no podemos dedicarle tiempo a esto.
No tentemos mucho trabajo, ahora no tiene sentido.
Lo miramos a la vuelta de vacaciones.
Lo dejamos para el año que viene.Tu competidor me lo deja más barato.
Ahora no lo necesitamos, pero lo tendremos en cuenta para el futuro.
De momento vamos a contratar esto otro, que es más sencillo, para probar, y dentro de un tiempo, ya si eso, hablamos…
Y te aseguro que en el 99% es mentira, se trata de una mera objeción o excusa.
Y la pregunta que me hago, y que te hago, es la siguiente: ¿Cómo sería mi vida si tuviera la mejor respuesta posible para cada una de esas excusas?
Tener clara la respuesta que me permita descubrir, cuál es el motivo real por el que el potencial cliente no quiere avanzar en conocerme y que eso me sirva para saltar al cierre de la venta o descartar al cliente y dejar de perder mi tiempo sin ningún tipo de duda de que estaba haciendo lo correcto.
¡¡¡M1 REFLEX1ÓN!!!
Eso es lo que son capaces de hacer los vendedores naturales, o superdotados de la ventas que tienen el don de decir la frase más oportuna en el momento más oportuno.